Un camino hacia espacios de trabajo más saludables frente a los efectos de las afecciones estacionales, con medidas que favorecen el bienestar y la productividad
Con la llegada de la primavera, muchas personas comienzan a experimentar síntomas alérgicos que afectan tanto a su calidad de vida como a su rendimiento en el entorno profesional. Quirón Prevención, a través de su equipo de expertos en salud laboral, alerta sobre la necesidad de que las empresas presten atención a este problema de salud creciente y tomen medidas que contribuyan a mitigar sus efectos.
Jordi Izquierdo Asensio, especialista en Medicina del Trabajo en la compañía líder en prevención de riesgos laborales, recuerda que «las alergias son un problema cada vez más frecuente en las sociedades industrializadas, y su impacto en el trabajo es real. Afectan a la concentración, al descanso y, en consecuencia, al rendimiento diario de quienes las padecen». El experto señala que los síntomas más comunes —rinitis, estornudos, congestión nasal, picor de ojos o lagrimeo— pueden confundirse fácilmente con resfriados o catarros, lo que dificulta una detección y tratamiento adecuados.
Desde Quirón Prevención subrayan la importancia de promover entornos laborales más saludables, que minimicen la exposición a alérgenos, especialmente en momentos y zonas de alta concentración de polen. Ventilar adecuadamente los espacios interiores en horarios de menor riesgo, revisar los sistemas de climatización, evitar materiales que acumulen polvo y mantener una limpieza regular son algunas de las medidas que pueden aplicarse en oficinas o centros cerrados. En actividades al aire libre, resulta clave adaptar los horarios y planificaciones según el calendario polínico de cada zona.
Prevención ante todo
Además de las medidas físicas y organizativas, el acompañamiento médico juega un papel fundamental. La existencia de programas de vigilancia de la salud permite no solo detectar casos de alergia no diagnosticada, sino también ofrecer pautas personalizadas para su prevención y control. «En Quirón Prevención apostamos por una visión integral, en la que el bienestar físico y emocional de las personas se aborde desde una perspectiva preventiva y adaptada a la realidad de cada empresa», explica el doctor Izquierdo.
El compromiso con la salud laboral implica actuar también sobre los factores estacionales. Por eso, Quirón Prevención insiste en la necesidad de que las organizaciones incorporen esta dimensión a sus políticas preventivas. Un entorno de trabajo que tenga en cuenta el impacto de las alergias estacionales no solo contribuye a reducir el malestar y el absentismo, sino que también refuerza una cultura de empresa comprometida con el bienestar.
Para muchas personas trabajadoras, la primavera no solo supone días más largos y temperaturas más agradables, sino también una época de mayor vulnerabilidad. Estar preparados es, según Quirón Prevención, el mejor camino para mantener el equilibrio entre salud y productividad.