Lumbagos como prevenirlos
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Los abdominales y el dolor lumbar suelen ser temas relacionados, ya que se piensa que los músculos del abdomen y su entrenamiento influyen en la salud de la zona lumbar.
Sin embargo, la correlación no es tan sencilla, ya que, como veremos en este artículo, la salud de la columna lumbar depende del tono muscular del abdomen, pero no de forma tan exclusiva, y no todos los ejercicios abdominales son beneficiosos, sobre todo en determinadas condiciones.
Pero antes de analizar todos estos temas en detalle, conviene repasar qué es la lumbalgia y cuáles son sus causas.
¿Qué es el lumbago?
El lumbago es el dolor en la parte baja de la espalda, donde se encuentra la llamada columna lumbar.
El lumbago puede considerarse el clásico dolor de espalda, ya que la región lumbar de la columna vertebral es la que con más frecuencia evoca dolor, al fin y al cabo, de toda la columna vertebral, la región lumbar es la más implicada en la función de soportar el peso del cuerpo.
La lumbalgia es un trastorno muy común, que afecta a hombres y mujeres de todas las edades; según algunas estadísticas, 9 de cada 10 personas afirman haber sufrido lumbalgia al menos una vez en su vida.
La lumbalgia es uno de los motivos más frecuentes de consulta médica y la primera causa de baja laboral, al menos en los países occidentales.
La lumbalgia puede ser de naturaleza aguda o crónica, el dolor puede ir desde una molestia leve (que persiste en el tiempo) hasta una sensación debilitante (que, afortunadamente, suele mejorar en pocos días).
¿Cuál es la causa del lumbago?
En la inmensa mayoría de los casos, el lumbago no es nada grave; muy a menudo, el dolor desaparece espontáneamente, tal como apareció.
Por lo tanto, hay que acabar con el mito de que el lumbago es siempre síntoma de una enfermedad grave, como una hernia o una protrusión discal.
Pero, ¿Qué es, entonces, lo que causa el dolor lumbar?
Para responder a esta pregunta, los expertos se refieren al concepto de tolerancia a la carga: cuando los tejidos de la espalda (músculos, articulaciones, ligamentos, discos intervertebrales, etc.) se ven sometidos a tensiones o estímulos superiores a su capacidad de tolerancia a la carga, entran en un estado de sufrimiento y, en consecuencia, aparece el dolor.
Esto explica por qué, por ejemplo, realizar actividades inusuales que sobrecargan la espalda provoca dolor lumbar; lo mismo ocurre cuando se duerme mal, en posturas incómodas o cuando se adopta la misma postura durante periodos prolongados (por ejemplo, muchas horas de pie). Pero eso no es todo.
Con respecto al dolor lumbar común, la literatura también informa de la influencia que tienen factores como:
- Mala calidad del sueño nocturno
- Estilo de vida sedentario
- Sobrepeso y obesidad
- La ansiedad y el estrés
- Tabaquismo
- Insatisfacción
- Miedo a realizar determinados movimientos.
Como puede verse, la lumbalgia común tiene una génesis multifactorial.
¿Cuáles son las funciones de los músculos abdominales?
En primer lugar, es necesario repasar algunas nociones relativas a los músculos abdominales.
Los músculos abdominales se dividen en dos categorías: los abdominales de la pared anterolateral y los abdominales de la pared posterior.
Los más conocidos (sobre todo en el gimnasio) son, sin duda, los de la pared anterolateral; el recto abdominal, el oblicuo externo, el oblicuo interno, el transverso abdominal y el piramidal abdominal pertenecen a esta categoría.
Los abdominales de la pared posterior, por su parte, incluyen: cuadrado lumbar, psoas mayor, psoas menor y músculo ilíaco.
Dicho esto, he aquí sus funciones en relación con la espalda, especialmente la columna lumbar:
Los abdominales se encargan de lo que se conoce como estabilidad central, es decir, la capacidad del cuerpo para estabilizar la columna vertebral y la pelvis, evitando movimientos indeseados que podrían dañar la columna vertebral.
En vista de ello, es intuitivo que un buen funcionamiento de los músculos abdominales (debido a su correcta estimulación a través del movimiento) es beneficioso para la salud de la espalda, por el contrario, una debilidad de los mismos tiene el efecto contrario.
En términos prácticos, piensa en el acto de levantar un objeto pesado del suelo, un movimiento que supone un verdadero esfuerzo para la espalda: si la persona está acostumbrada a hacerlo, la mayoría de las veces, por instinto, contrae los músculos abdominales. La razón: proteger la espalda.
Músculos abdominales y lumbago: ¿Qué dice la literatura?
En cuanto a la relación entre los músculos abdominales y el dolor lumbar, la bibliografía ofrece resultados contradictorios, o al menos no lo suficiente como para extraer conclusiones firmes.
Por un lado, hay estudios que han observado que en las personas con lumbalgia crónica hay un retraso en la activación del músculo transverso del abdomen; esta observación ha llevado a los autores a decir que un músculo transverso del abdomen mal entrenado (o, si se prefiere, mal ejecutado) es un factor que favorece la lumbalgia y que su fortalecimiento es esencial para la recuperación.
Pero, por otro lado, hay expertos que no apoyan la teoría anterior: gracias a sus estudios, algunos han demostrado que es imposible correlacionar la debilidad abdominal con la aparición de dolor de espalda, otros han objetado que el retraso en la activación del transverso abdominal es mínimo y que no hay pruebas de que exista una relación consecuente entre la debilidad de dicho músculo y el dolor de espalda (los que objetan dicen: ¿y si es el dolor de espalda el que provoca el retraso en la activación del transverso abdominal? otros sostienen que los planes de entrenamiento destinados a mejorar la estabilidad del tronco no son más beneficiosos que los que no se basan en la estimulación de los abdominales.